La Biblioteca Social Hermanos Quero echó a andar en el año 2003 en la ciudad de Granada. Esta ciudad se caracteriza por una exagerada movilidad de su población, tanto por la gran cantidad de estudiantes que alberga como por la precariedad de su maltrecho mercado laboral, y las personas que impulsaron el proyecto buscaron crear un espacio estable que se mantuviera en el tiempo y ofreciera una infraestructura básica que facilitara la formación política y la autoorganización. 17 años después, ahí está, sigue abierta (cuando las restricciones pandémicas lo permiten), ofreciendo cobijo para los colectivos que quieran reunirse y compartiendo un fondo bibliográfico con más de 3.000 títulos vinculados en su mayor parte al pensamiento crítico y las luchas sociales.
Siendo un proyecto abiertamente político y politizado, enmarcado en las líneas básicas del antiautoritarismo y la autogestión (funciona con lo que aporta la gente que lo usa y las ediciones que se sacan), en él siempre han confluido una diversidad de sensibilidades que lo ha alejado de ideologías clausuradas. Puede que ese sea uno de los motivos por los que las luchas vinculadas con la salud mental siempre han tenido un encaje natural. Sin duda, la presencia en su momento de activistas en primera persona (tanto dentro del propio proyecto como en sus inmediaciones) también ha contribuido de forma decisiva a que entre sus paredes siempre haya habido cabida a colectivos e iniciativas que aborden cuestiones relacionadas con el sufrimiento psíquico. En cualquier caso, y esta es la razón básica de estas líneas, en la Biblioteca Social Hermanos Quero nunca ha habido que conquistar ningún territorio ni trabajar visibilizaciones. Otro tanto sucede en locales autónomos y ateneos libertarios desperdigados por el Estado, y quizás se debería comenzar a mirar a todos esos lugares tan minoritarios como valiosos, donde el estigma de los problemas asociados a la salud mental no tiene lugar. Merece la pena detenerse a pensar si no es precisamente en las periferias donde habría que ir a analizar qué dinámicas se han venido produciendo durante años para que la habitual separación entre normalidad y anormalidad se haya ido diluyendo. Muy posiblemente, la idea de lucha, de posicionamiento contra un estado de cosas asumido de forma mayoritaria como inevitable, de defensa de unos derechos básicos intrínsecos a la condición humana que son estructuralmente negados, permite que sujetos y planos situados en coordenadas distintas puedan convivir sin las estridencias a las que estamos acostumbrados. A riesgo de caer en un tópico, cuando se vive a la contra parece ser más fácil reconocerse en lo común que en lo que separa, por más que esto pueda ser, por ejemplo, un diagnóstico psiquiátrico.
Actualmente, en distribución (pedidos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ) se pueden encontrar tres obras:
Más allá de las creencias. Maneras alternativas de trabajar con delirios, ideas obsesivas y experiencias inusuales; de Tamasin Knight (2019). En coedición con el colectivo LoComún. Aquí
Saldremos de esta. Guía de salud mental para el entorno de la persona en crisis; de Javier Erro (2016). En coedición con Primera Vocal. (Entrevista con Javier Erro en e-Átopos (nº 5, 2019) Y reseña del libro y enlace de acceso al libro en Acuse de recibo el 20 de octubre de 2016. su autor y accesibilidad al libro en e-Átopos, 20 de octubre 2016). Aquí
Escritos contrapsicológicos de un educador social; de Josep Alfons Arnau (2012). En coedición con Primera Vocal.
Todos ellos tienen un precio muy por debajo de los que podemos encontrar en el mercado. Las labores de edición y maqueta han sido llevadas a cabo de manera activista. La idea básica es la de ofrecer materiales de utilidad a un coste más que razonable, a la vez que la Biblioteca Social Hermanos Quero obtiene ingresos con los que poder afrontar los gastos de mantenimiento (alquiler, luz, agua, etc.). Por otro lado, una vez que se han recuperado los gastos de impresión, los dos primeros títulos han sido liberados en la red.
Estas ediciones ejemplifican ese vínculo que ha tratado de ser anteriormente descrito. Una colaboración no forzada, en un contexto más amplio de publicaciones y de procesos, donde lo relacionado con la salud mental abandona su excepcionalidad y se integra sin necesidad de que haya declaraciones de intenciones. Sin duda, hay algo que aprender aquí.
