El autor comisario y activista en el mundo del arte, se acerca en una serie de artículos que reúne en este pequeño libro al campo de la locura y la psiquiatría critica, antimanicomial, a partir de algunas de las experiencias de los años setenta en España, las dificultades de aplicación de la Ley De Salud Mental argentina o las actividades del Frente de Artistas del Manicomio Borda, la Rara Troupe o de la artista y profesora Dora García. La hipótesis que declara está en rescatar el potencial contracultural de aquella época, donde están presente, la revista Ajoblanco, El Anti Edipo, Abajo la autoridad, ciencia, manicomio y muerte, de Ramón Garcia y algunas experiencias reformista abortadas por la dictadura, pero que en el marco de un amplio movimiento político profesional permitieron crear un movimiento de resistencia y un discurso plural anti institucional que se integra en la red de alternativas a la psiquiatría en la Europa de entonces (Elkaïm M. (1979). Reseau internacional: alternativa a la psiquiatría. Barcelona: Appiani).
Pero quizás no quedan claras, tampoco es la intención del autor, dejar claras las diferencias entre la antipsiquiatría, manifestación en el campo de las disciplinas de la salud mental de la profunda crisis de las ciencias, del arte, de la ideología y de los valores, que culmina con la rebelión de Mayo del 68 y que encuentra en Laing y Cooper, su práctica e ideario, con los movimientos de desinstitucionalización y cambio político acaecidos en los años setenta. En España, además, el movimiento sanitario y psiquiátrico de la Coordinadora forma parte de la lucha contra el franquismo. No se trató, ni políticamente cabía, de hacer unas pocas casas donde se pudiera vivir libremente la locura al estilo de la antipsiquiatría inglesa, por mucho que se aceptara la critica al discurso psiquiátrico que conllevaba. La dictadura condicionó las respuestas, como tiempo después la urgencia de cambiar radicalmente las condiciones miserables de la asistencia a la salud mental.