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Manuel Desviat
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Átopos
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María José Gil Bonmatí, Ana González Rodríguez, Ana Moreno, Ana Moro, Itzhak Levav, Pilar Nieto Degregori, María Eugenia Ruiz Velasco, Marta Sanz Amador, Rafael Sepúlveda.
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EDITA
Asociación Átopos, salud mental, comunidad y cultura
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Lúa Ediciones 3.0 S.L.
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Manuel Desviat
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Acuse de recibo

El fabricante de cabezas.

 

El fabricante de cabezas. Pep Carrió/Grassa Toro. {in pectore}, 2016

 

 Una cabeza se puede bajar, calentar, doblar, puede irse, volver, puede romperse, levantarse, llenarse de pájaros, y puede sentarse, estar en su sitio o perderse.

 

 Hay cabezas donde todo cabe, cabezas que van en cabeza, que se adelantan, capítulo aparte”, mientras esperan el cuerpo que las haga suyas, el relato que las haga nuestras.

 

 Por algún lado hay que empezar.

 

 

 

El proyecto

 

Nace en 2010 en un cuaderno en el que se esbozaban variaciones sobre una misma forma, la cabeza.

 

Esos bocetos fueron el punto de partida sobre el que se construiría la serie de esculturas de madera Capítulo aparte”, en colaboración con Francisco Martín (maestro tornero), en su taller en Madrid. La serie ha crecido durante estos años y ha sido expuesta en distintas exposiciones nacionales e internacionales.

 

En el 2015, el Diario visual que Pep Carrió desarrolla desde el año 2007 se centró en la cabeza como protagonista. Las más diversas técnicas y planteamientos crearon una misma representación.

 

El fabricante de cabezas recoge el proceso de este proyecto. Puedes ver una muestra aquí.

 

 

 

 

Cohabitar la diferencia. Manuel Desviat

 

 


 

Desviat, M. Cohabitar la diferencia. Madrid: 2016;Grupo 5

 

 Cohabitar la diferencia, qué título tan sugerente. Parece incidir en la posibilidad-necesidad-urgencia de crear y compartir espacios de convivencia en los que tienen cabida todas las subjetividades. Es decir, que lo común es lo que construimos juntos. Lo común no es lo que nos asemeja. Lo común es la resultante de este espacio compartido en el que decidimos/exigimos respetarnos y permitimos que emerjan saberes, vivencias y narrativas diversas. La diversidad, la diferencia, es lo común.

 

Este libro, dice Manuel Desviat, parte de la presunción del agotamiento de la refor­ma psiquiátrica y de la integración de sus logros en la sociedad de los mercados, donde predominan una sanidad y unas pres­taciones sociales regidas por la ganancia privada y no por la solidaridad. Sin dudar de las mejoras en cuanto a organización de la asistencia y defensa de los derechos humanos, la cuestión es lo que ha quedado fuera de los ideales y objetivos que acompañaron o sustentaron las prime­ras experiencias de reforma. ¿Qué hay de la salud pública, de la atención a la subjetividad, de la pluralidad terapéutica o de la desinstitucionalización real de las prácticas de la salud mental?

 

 

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Cada noche, cada noche. Lola López Mondejar

 


Cada noche, cada noche, Madrid, Siruela, 2016. Lola López Mondejar

 

En alguna entrevista he leído que Lola López Mondejar sitúa el germen de su libro en el pago de una deuda, afirma que necesitaba resarcir a Dolores Heiz, la célebre Lolita de Nabokov, depurar la opinión que el mundo posee respecto a ese personaje. En este sentido, Cada noche, cada noche viene a convertirse en una llamada de atención al imaginario colectivo. Se nos plantea una nueva forma de leer Lolita, una manera más compasiva de relacionarnos con este personaje, una manera despojada de la carga erótica que todos nosotros atribuimos cuando intentamos representárnosla. Parece que Lola López nos dijera: “Ojo, que lo que escribió Nabokov no es una historia de seducción, no es un idilio, ahí no hay amor que valga. Nabokov nos habla, ni más ni menos, de una horrible tragedia, en realidad nos está hablando de pederastia”. Para reparar tal agravio…

 

Aquí puedes leer la reseña completa que de Cada noche, cada noche, ha hecho el escritor Pepe Cervera.

 

De la ternura también se sale. Daniel Sánchez

 

 

Daniel Sánchez. De la ternura también se sale. Madrid, Lúa Ediciones, 2016

 

Así comienzan los versos de Daniel Sánchez, definiéndose: “Yo no soy ni lo uno ni lo otro: marxista de salón, socialdemócrata de mierda, rebelde, conservador ante lo que merece ser conservado, me gusta el futbol sólo como lo cuenta Valdarno, me gustan los toros en el campo, los poemas de Benedetti, de Celso Emilio Ferreiro, de Santos García Rituerto, de Antonio Roura (…), cristiano sin iglesia, ciudadano político sin partido, amigo de los amigos,

 

estoy con los perdedores,

con los abandonados,

con los deprimidos,

con los oidores de voces,

con los menesterosos,

con los que son felices porque creen en sus sueños

y madrugan cada mañana para construirlos (…)”.

Un poemario que se dice de amor, donde hay un trasfondo social, de pasión compartida, no en vano Daniel proviene de la lucha política, desde niño... 

 

Aquí puedes leer la reseña completa de Manuel Desviat.  

 

Repetición e historia. Un ensayo sobre lo trágico

 


Repetición e historia. Un ensayo sobre lo trágico. Madrid, Síntesis, 2016. Francisco Pereña.

 

La experiencia de la repetición está en el corazón de la clínica psicoanalítica, que propone llegar a ser lo que se es como singular determinación sintomática. La pugna por el reconocimiento nunca consigue ignorar del todo la repetición y el síntoma, la soledad ante el hecho de vivir. La Historia oculta esa soledad en la universalidad de una causa final salvífica. La Historia se convierte así en el espacio de la crueldad y del daño. Repetición e Historia se contraponen.

 

La tragedia griega muestra esa soledad del hombre ante el acontecimiento de una vida que nos enfrenta a los demás desde una soledad insalvable. El destino no es la ley de la Historia sino el carácter, como lo llama Heráclito, que hace de cada sujeto un sujeto determinado que afronta la vida sin fundamento en el desafío, y sus consecuencias, de querer vivirla.

 

Querer vivir tu vida concreta, sin reclamar una finalidad, es el espacio ético de lo trágico. Tómate en serio la sabiduría de Edipo, nos propone Píndaro. Esa sabiduría es la dignidad del dolor y la falta de legislación del deseo de vivir. El llamado complejo de Edipo no toma en serio la sabiduría de Edipo. Nunca desaparecerá lo trágico porque nunca se podrá evitar la recóndita y silenciosa soledad del sujeto ante el dolor. Con nuestra sangre nos hablan, sea Edipo, Áyax o Antígona, o Josef K., Karl Rossmann o Gregor Samsa.