La salida de la crisis financiera iniciada en 2008 ha supuesto la consolidación de las medidas anunciadas como transitorias que menoscaban la democracia y subordinan los intereses de la mayoría de la población a la ganancia de los mercados. Medidas que conllevan un exponencial crecimiento de la desigualdad y precarizan no solo el empleo sino la vida toda. Se publicita un estilo de vida sana a cargo de cada uno, desconsiderando las condiciones de vida, determinantes sociales que hacen vulnerables a una gran mayoría de la población. La frustración, la adversidad, la quiebra emocional, en ausencia del lazo social, forja un malestar que se encamina, de una u otra manera, hasta inscribirlo en el imaginario colectivo, a una supuesta alternativa en la clínica de atención primaria y de la salud mental, medicalizando y psiquiatrizando el sufrimiento. El plan se cierra con una buena tanda de costosas pruebas médicas y con el fármaco que anestesia o euforiza. El beneficio para el capital es lo que cuenta.
Conocer los entresijos de las causas de la vulnerabilidad, y cómo se graba en cuerpo y mente en la diversidad que nos constituye socialmente, nos permite pensar qué podemos hacer como ciudadanos y profesionales, más allá de la simple denuncia. Enclave/Átopos iniciamos unos encuentros para introducir y debatir sobre la salud mental en el neocapitalismo.
Tendrán lugar en la librería Enclaves, los días 5 y 12 de marzo a las 18:30. Aquí puedes acceder al programa completo