Queremos dejar claro que los textos que presentaremos no tienen ningún certificado de pureza ideológica. De hecho, puede incluso que no estemos de acuerdo con partes de ellos. Si los subimos a la web, será porque tengan una utilidad real y no únicamente porque los asumamos en sí mismos como parte de nuestro discurso. Algunos de los textos los hemos editado nosotros, o traducido, o incluso escrito… el resto han sido encontrados en nuestro buscar cotidiano para entender lo que nos sucede y articular estrategias que trabajen por abolir nuestra condición de explotados.
Dejamos un mail de contacto para quienes nos quieran facilitar más documentos ( Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ), pero queremos dejar claro que no lo utilizaremos para ninguna otra función. Desgraciadamente no podemos facilitar respuestas terapéuticas al dolor de la gente. En cierta medida, estamos tan perdidos como todos los demás, simplemente tenemos cuatro cosas claras y hemos decidido luchar por nuestra autonomía y nuestra dignidad.
Este pequeño esfuerzo queremos dedicárselo a dos compañeros que no están ya con nosotros y con quienes nos habría gustado compartir el proyecto: Jau, Barras… os echamos de menos.
Salud y fuerza.
¿Por qué el nombre de Primera Vocal?
Primera Vocal fue el nombre de un colectivo madrileño de vida muy corta que existió en los primeros compases de la década pasada. Se trataba de un grupo de personas bastante heterogéneo, que cambió a lo largo de varios meses y que compartía una serie de lugares comunes como punto de confluencia: la autoorganización, el asamblearismo, el antifascismo, etc. Algunos de sus miembros eran náufragos de la llamada Autonomía madrileña, otros venía directamente de sectores anarquistas y otros se acercaban por vez primera a cuestiones políticas. El nombre se debe a que, como dijo un compañero, la mayor parte de las cosas que nos gustan y en las que creemos comienzan por la primera vocal: anarquía, amor, autonomía, amistad, asamblea… Alguno de quienes han propuesto la presente web pertenecieron a ese colectivo fugaz (y del que tan solo quedaron algunos debates, un par de publicaciones, propaganda y una buena cantidad de pintadas hechas por los primeros pueblos de la sierra madrileña), otros que estuvieron, han sido informados del proyecto. Han pasado muchos años y en cierta medida hemos cambiado, y mucho, pero en ningún momento hemos dejado de soñar aquellos sueños, seguimos compartiendo un sustrato del que venimos y al que al fin y al cabo pertenecemos. Somos anticapitalistas, creemos en la autoorganización, nos mueve le deseo radical de ser libres y odiamos a la policía. Esas son cosas que no cambian los años ni las derrotas.
Hace no mucho tiempo, nos sorprendió la creación de una empresa llamada Primera Vocal. Alguien que en su día fue cercano a aquel colectivo debió pensar que el nombre tenía gancho, que funcionaba desde el punto de vista del marketing. Inmediatamente nos vino a la cabeza la siguiente cita:
«En tanto militantes, vendíamos ideas en las que creíamos. Hoy vendo productos en los que creo, aplico la misma ética». Un antiguo militante maoísta citado por Alain Etchegoyen en La valse des éthiques.
De ahí que le hayamos puesto este nombre a la web. No es un gesto de conflicto con nadie, sino un gesto de cariño a quienes de verdad nos importan, incluso a aquellos con quienes compartimos militancia hace diez años y de quienes no sabemos nada. No sentimos vergüenza por reconocer de dónde venimos, aunque aquella experiencia fuera uno de los muchos pasos que dimos en el camino, no deja de ser parte de nosotros: no deja de ser nuestra.
Primera Vocal es todo lo contrario de un negocio. Hacemos esto porque sí, porque creemos en ello. No ganamos nada, no vendemos nada. La lucha es el único sentido que tiene. Y nos gusta. Y somos felices con ello.
Psiquiatrizadxs en Lucha
Madrid, Marzo del año 26 de la Era Orwell.